«Señor, ayúdanos, sostén y aumenta nuestra fe para que cada día seamos más las personas que te amemos, oremos y visitemos en el Sagrario. Porque la oración y la adoración es el mejor bien para los cristianos y es una pena Señor, que teniéndote aquí, tan cerquita -Tú que te quedaste con nosotros en el Sagrario-, seas para muchos un gran desconocido».