V Carta-Circular del Consiliario Nacional: Abril 2017
V Carta pastoral: sobre nombramientos de Consiliario y Delegada Nacionales por la CEE y felicitación pascual 2017
“Adoremus in aeternum sanctissimum Sacramentum”:
Adoremos por siempre al Santísimo Sacramento.
Queridos hermanos y hermanas adoradores (as) de Jesús Sacramentado en la ARPU:
En circunstancias normales esta Carta pastoral -la V de vuestro consiliario- estaría enmarcada en temas que os ayudaran a seguir preparando la celebración de la Semana Santa y la Pascua de Resurrección, de la que arranca el tiempo pascual, la gozosa cincuentena pascual. Pero un motivo especial hace que me tenga que referir al nombramiento que hemos recibido por parte de la CEE en documento firmado por su Presidente, el eminentísimo cardenal, Don Ricardo Blázquez Pérez, fechado el 22 de febrero de 2017. Quiero comunicaros lo que significa esta ratificación en el cargo para el cual fuimos elegidos en la Asamblea del 25 de noviembre pasado en Madrid.
1.- Nombrados Consiliario y Delegada Nacionales de la ARPU en España.
José Luis Esteban Vallejo, Consiliario de ARPU
Aquí nos tenéis a vuestra disposición, a María del Rosario Bartolomé Matesanz, como Presidenta Nacional, y a un servidor como Consiliario Nacional.
Deseamos cumplir con fidelidad al Señor y a la Iglesia, a vosotros mismos, miembros actuales y futuros de la ARPU, contando con la ayuda de Dios y vuestra benevolencia y colaboración.
El documento que se os adjunta dice entre otros datos: “La Conferencia Episcopal Española, agradece su valiosa colaboración y espera que, con la ayuda del Señor, será muy fructuosa para la Iglesia”.
Es lógico que queráis saber algo de nosotros, quiénes somos, hasta nuestra fisonomía (por eso, empiezo por mi foto) pero, sobre todo, si tenemos algo de plan sobre la ARPU. Nuestro cometido está señalado en los Estatutos y a ellos nos atendremos. Una cosa es clara: los cargos -y su generoso cumplimento- están en función de ayudar a vivir y difundir el carisma recibido, en función de organizar la ARPU lo mejor posible, en función de ayudaros -en definitiva- como buenos adoradores de Jesús Sacramentado en la ARPU a vosotros; estamos, pues, en relación con vosotros y, por lo tanto, también vosotros habéis de relacionaros con nosotros: enviándonos vuestras sugerencias, iniciativas, consultas, aportando información de cómo funcionáis para conocer la realidad y poder adaptarnos y acertar, incluso, si fuera preciso, podéis ayudarnos con vuestras correcciones fraternas que agradeceremos y, por supuesto, con la mutua oración y afecto. Vamos en la misma nave de la Iglesia y, dentro de ella, en esta partecita de familia que ha recibido un carisma muy necesario para Ella y para el mundo: el de difundir la fe en la Santísima Eucaristía y fomentar la adoración al Santísimo Sacramento en la modalidad de nuestra ARPU. Jesús lo desea ardientemente, con el mismo deseo con que instituyó la Eucaristía en el Jueves Santo (cf. Lc 22,15).
Pensamos que necesitaremos ser prudentes, ser piadosos-eucarísticos, amantes de Nuestro Señor Jesucristo Sacramentado, “remedio de los remedios”, intentar serviros, ser generosos…, como expresión de tener amor a la ARPU (a Jesucristo y a vosotros). Pero todo esto vale para nosotros y vosotros todos.
Ojalá nos ayudemos todos a hacer de la ARPU una familia eucarística en expansión, por tanto, una Asociación bien organizada, en crecimiento continuo porque es el deseo de Jesús, es nuestro carisma. Lo importante de la ARPU es lo que haga cada uno de sus miembros cada día. Y en función de ello están los cargos, la organización, los Consejos (Parroquiales, Diocesanos y el Nacional), las reuniones, las celebraciones, los nombramientos, los medios, recursos o materiales, los trabajos de todos y cada uno de sus miembros.
Pidamos unos por otros para conseguirlo.
Como Consiliario General Nacional deseo cumplir con mi cargo a la luz de los Estatutos de la ARPU –insisto- y, según anuncié en el día de la elección, cuento con la ayuda de los demás y, sobre todo, de los que tienen algún cargo de responsabilidad en los Consejos (Diocesanos, parroquiales). Concretaba que os escribiría la carta mensual como vengo haciendo (acaso bimensual en alguna ocasión) pero en ella va el compromiso implícito de que vosotros la leáis, estiméis, meditéis, deis a conocer y tratar de poner en práctica que, por eso, se reseñan siempre algunas tareas, compromisos de amor con el Señor, intenciones, etc. Y lo mismo lo que señale la Presidenta Nacional.
Os escribo en este mes con esta nueva situación de Consiliario ya nombrado esta carta que podemos entender que es como programática, además de lo que dije en su momento de elección para los que estabais presentes y para los demás de la ARPU en España.
Habrá que seguir reseñando objetivos y acciones que nos corresponden como Consiliario y Delegada o Presidenta Nacionales, y en su medida a los demás Consiliarios y Delegados (as) (diocesanos, parroquiales); y os corresponden a todos tratando de llevarlos adelante y a la práctica con la gracia de Dios que no nos faltará. En cartas sucesivas, pues, si Dios quiere, iremos exponiendo estos puntos de tipo programático, si podemos llamarlos así. Pienso que será muy conveniente informaros de cómo estamos en la ARPU, de dónde partimos y a dónde queremos llegar con estas cartas y con la gracia de Dios.
Por ahora baste esta nueva presentación. En documento adjunto va el nombramiento mencionado (podéis reproducirlo) para que conste en los archivos de los Consejos (diocesanos y parroquiales) de la ARPU.
2.- Tarea principal o prioritaria para abril y como obsequio a Nuestro Señor Jesucristo en su Pascua: cumplimentar esas fichas de inscripción en la ARPU ¡qué hermosa y estimulante!
Serán fruto precioso de nuestra oración -de todos- y de nuestro apostolado para este mes, serán aroma de incienso para el Resucitado
– Una vez reproducidas, hablar de su contenido a otros, difundirlas a otros posibles adoradores.
– Para quienes aún no la hayan cumplimentado, ¡cuánto le agradará a Jesús que lo hagáis; por amor a Quien fue “crucificado, muerto y sepultado, resucitado” y está presente en nuestros Sagrarios por nuestro amor.
– Inscrito algún nuevo adorador, hacer 2 fotocopias: la original para el Secretario de la Delegación Diocesana (si así estuviera constituida), una copia para el Consejo Nacional: arpuburgosnacional@gmail.com
y otra para el nuevo adorador como testimonio ya -de momento- de su compromiso de amor con el Señor.
– Hagamos este nuestro “compromiso pascual, de amor” con el Señor Resucitado como la mejor felicitación que podemos hacerle porque “Él ha estado grande con nosotros y estamos alegres”.
3.- ¡Feliz¡ ¡Feliz y santa Pascua Florida!¡Florida!
Con estos deseos os felicito la feliz y santa Pascua de Resurrección:
¡Feliz Pascua Florida!
Creer y celebrar la Pascua nos lleva a vivir la esperanza y la alegría pues, como dice la oración litúrgica de este Domingo de Pascua, el primero y principal del año, “nos ha abierto las puertas de la vida” por medio de Jesucristo “vencedor de la muerte”.
Esta gozosa celebración y cordial felicitación nos lleva a dar testimonio de Jesús Resucitado, a buscar los bienes de arriba: “quae sursum sunt quaerite, quae sursum sunt sapite” (cf. Col 3,1-4 (= buscad las cosas de arriba donde está Cristo, saboreadlas); “Gustad qué bueno es el Señor”: a descubrir a Jesús en los hermanos, a vivir ya y siempre la vida eterna recibida o acrecentada en los Sacramentos Pascuales (Bautismo renovado, Penitencia y Comunión recibidas…); y a buscar y cuidar los encuentros con Jesús Resucitado presente realmente entre nosotros, en nuestros Sagrarios por antonomasia.
¡Aleluya! ¡Feliz Pascua en la alegría de Cristo resucitado!
4.- Un encuentro -visita- especial con el papa Francisco
Esta carta lleva la fecha de primero de abril (lógicamente la he preparado antes) y en este día 1, juntamente con otros Sacerdotes españoles, tendremos una audiencia especial con el Santo Padre.
El motivo ha sido que habíamos residido durante nuestros estudios en Roma en el Pontifico Colegio Español de San José en Roma y se celebra este año el 125 Aniversario de su fundación.
Pensando qué le diría al Papa Francisco no dejaré de pedirle y encomendarle que bendiga a nuestra ARPU en España. Así lo haré en la medida del tiempo de que disponga.
Un estímulo nuevo, un empujón más, un “chute” para ganar esta victoria de dar a conocer y amar a Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Como podéis comprender os contaría muchas más cosas de este encuentro a mi vuelta, Dios mediante, y otras experiencias de tres días en Roma, pero baste lo referido como principal argumento para que lo sepáis antes con gozo y estímulos nuevos.
Deseo que esa Bendición Apostólica del Papa, expresión del deseo y la bendición de Jesús Sacramentado, pues es su Vicario en la Tierra, también exprese la mía para vosotros.
Oremos por Él y unos por otros.
Burgos 1 de abril de 2017
Fdo.: José Luis Esteban Vallejo. – Consiliario Nacional de la ARPU