ADORACIÓN REAL, PERPETUA Y UNIVERSAL AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (ARPU)

Julio, Agosto y Septiembre 2022.

LVIII Carta-Circular del Consiliario Nacional:

“Venid, adoremos a Cristo, el Señor, que es el Pan de la Vida”. Aleluya”.

“…Y que aprendan también los nuestros a destacarse en el buen obrar cuando haya necesidades urgentes. Será entonces cuando realmente den fruto” (Tt 3,14).

Queridos adoradores (as) de Jesús Sacramentado en la ARPU:

Os escribo esta Carta para ayudaros a hacer revisión del curso y programación del próximo. Requiere, pues, meditarla y sacar fruto abundante especialmente en los meses de julio, agosto y septiembre con estos cuatro puntos o apartados. El tercero con un decálogo de puntos de revisión y programación.

1.- Una imagen de nuestro Señor Jesucristo Sacramentado llena de simbolismos que evocan grandes contenidos de fe para nuestra vida. 

Para ilustrar esta 58 Carta que os escribo, como veis, contemplamos a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote; es Sacerdote de su propio sacrificio, identificándose con la misma Eucaristía. Está llena de simbolismos: está dentro de la mandorla de la divinidad quien se humilló haciéndose hombre para salvarnos (cf. Fip. 2, 8). Dios Padre, representado por la mano, aceptó complacido su sacrificio infinito; tan grato le fue que lo resucitó e intercede como Sacerdote por nosotros, “sentado a su derecha” como le profetizó David en el salmo 109; satisfizo infinitamente con la ofrenda de su sacrificio que significó Melquisedec, sacerdote y rey de Salén, el que ofreció pan y vino (los vemos arrodillados ante Él en la parte inferior). En la parte superior vemos dos serafines o querubines que adoran al Señor en su divinidad y su humanidad.

Esta imagen del Señor Resucitado-Sacramentado, contiene también el significado del pelicano, e invita a la adoración que le corresponde por nuestra parte significada en la incensación a sus pies.

Decíamos en la Carta de junio pasado que Jesús Sacramentado nos acompaña no sólo en la solemnidad del Corpus Christi sino todo el año, como a los discípulos de Emaús; acompaña a su Iglesia peregrina, a nosotros, a los “nuestros”, a los que se dejan acompañar, a los que vamos de camino hacia la meta del Cielo y le necesitamos como el comer. Por eso se hace “Panis viatorum”: Pan de los viadores, es decir, de los que caminamos, los que vamos de camino hacia la Casa del Padre.

2.- El mes de julio es propicio para el necesario examen diario sobre nuestra condición de adoradores en la ARPU: una suerte, un don y una responsabilidad por nuestra parte.

También os he puesto como texto bíblico (cf. Tt 3,14) algunas de las recomendaciones que San Pablo da a su discípulo Tito al final de su carta pastoral. Por medio del Apóstol es Jesucristo vivo y glorioso en la Eucaristía, el que salió en procesión, el que permanece “divino prisionero” por su “locura de amor”, quien nos llama a examen diario, a revisión del curso en la ARPU.

El mes de julio es propicio para ello, como el examen diario es necesario cada día para ver la voluntad de Dios sobre cada uno, para progresar en la vida cristiana, vida eucarística, apostólica, etc. En el examen de conciencia -con particular intensidad para la confesión sacramental frecuente- ha de entrar nuestra condición de adoradores suyos en la ARPU.

El ser adoradores de Jesús Sacramentado en la ARPU es un don y un carisma recibidos, que hemos de cuidar o cultivar cada día y tratar de comunicar y hacer fructificar para los demás. Por eso, se habla de “dar frutos”. Os pueden ayudar los seis formularios de examen que os ofrezco en nuestro Manual de la ARPU (cf. pp.185-189). Se pueden utilizar indistintamente uno por cada día, uno para cada semana…Veremos cómo mejoramos.

Se nos ha dicho también y como “Palabra de Dios” que nos ejercitemos en “buenas obras” y que no seamos hombres (mujeres) infructuosos, sino más bien “destacarnos” y que hay que “aprender” (es la formación permanente) y que hay “grandes necesidades” en la Iglesia y en el mundo de los adoradores de Jesús Sacramentado, de la ARPU. Y que Jesucristo cuenta con cada uno de nosotros.  ¿Queréis más motivos para examinarnos?

Por todo ello necesitamos “destacarnos” (no ser del montón), examinarnos si damos fruto de vida cristiana, eucarística y de apostolado.

“Los nuestros” de los que habla San Pablo somos ahora “nosotros”, los suyos, los de Jesús, los llamados y amados a los que se dirigía San Pablo de parte de Dios.

3.- Un Decálogo sobre el buen obrar, sobre las buenas obras.

Para ayudaros a vivir esta Palabra de Dios, pensando y pesando mucho, pongo un Decálogo de puntos sobre el buen obrar, sobre las buenas obras que Él espera de nosotros, del curso que nos ha regalado 2021-2022 y del que nos conceda comenzar 2022-2023.

1º.- He recibido una vocación a la santidad y al apostolado en el Bautismo.

Con mi pertenencia a la ARPU recibo una ayuda poderosa para vivirla en constante crecimiento y desarrollo. ¿Me doy cuenta de la dignidad y responsabilidad que tengo por ser bautizado? Medítalo en el 1º. misterio luminoso. ¿Me doy cuenta de que necesito de Jesús Sacramentado cada día como “centro y raíz”, “fuente y cumbre” de mi vida cristiana? (cf. Concilio Vaticano II, P.O., núm. 5-6).

2º.- Sobre algunas prácticas necesarias para todos los cristianos.

¿Sé apreciar el milagro inigualable de una Misa, de una Adoración eucarística, y de los beneficios tan valiosos que obtengo para mí y para la Iglesia, si participo con fe viva y amor grande? ¿Me preparo bien con amor y deseos ardientes para la celebración de la Santa Misa, para la Comunión sacramental con algunas comuniones espirituales?

3º.- Sobre virtudes cristianas

¿Es mi fe viva en Jesús Sacramentado en los Sagrarios? ¿Me doy cuenta de que para que crezca mi fe he de hacer actos de fe y pedir al Señor que me la aumente? ¿Y de la esperanza y caridad, virtudes teologales, y de las demás virtudes cristianas?, por ejemplo, de las cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza? ¿Cuido también las supuestas virtudes humanas? Y ¿cómo vivir las Bienaventuranzas evangélicas, quintaesencia de todo el Evangelio? ¿Pongo los medios adecuados y a mi alcance para ser buen adorador de Jesús Sacramentado? ¿Pongo los medios cada día para tener formación permanente, hacer oración, santificar el trabajo, hacer apostolado…? Todo para que Cristo se forme en mí o yo me conforme con ÉL. Es tarea y lucha de toda la vida. Será corona y premio en el Cielo.

4ª.- La ARPU tiene algunas fiestas y celebraciones de la Iglesia como más propias.

Grupo ARPU en procesión del “Corpus Christi” en Burgos (19-6-2022)

¿Cómo he preparado y celebrado las fiestas eucarísticas del Jueves Santo y Corpus Christi? ¿He realizado un Triduo en honor y reparación al Santísimo con motivo del Corpus Christi? (cf. Art. 14 de los Estatutos, y la Carta del Consiliario Nacional en junio pasado). ¿Y los Ejercicios de “Las 40 horas” y “Las 24 horas para el Señor”?

5º.- Cualquier asociación que se precie como tal ha de tener o hacer programación anual a la luz de sus objetivos y fines. 

¿Los conozco y medito con frecuencia? (cf. La ficha de inscripción) ¿He estado -estoy- atento al Calendario que se programa para el curso, de las diversas actividades de la ARPU como son las reuniones y celebraciones mensuales a todos los niveles?

6º.- Normalmente cada mes me llegan las Cartas y otros medios de formación y animación para ser buenos adoradores en la ARPU.

En este caso esta Carta es para tres meses, pero sirven para siempre. Son expresión de la voluntad de Jesucristo Sacramentado para cada uno de nosotros.

¿Las estimo, las leo atentamente o escucho, las rezo y pongo en práctica? ¿Y los otros medios de formación que Dios quiere y que la Asociación ARPU me proporciona generosamente? ¿Las doy a conocer o reenviar a otros, a los demás que pueda?

7ª.- Este curso ha estado polarizado en buena parte por la fase sinodal en las Diócesis.

Así lo ha querido el Papa Francisco. ¿He tenido en cuenta las Cartas circulares del Consiliario Nacional para vivir en clave sinodal y eucarística todo este curso según el Papa ha querido de parte de Dios para toda la Iglesia? ¿He aportado por medio de la ARPU lo característico que corresponde a una asociación y movimiento eucarísticos en beneficio de los demás?

8º.- Por ejemplo ¿he meditado las 20 propuestas del Consiliario Nacional? 

 (Cf. meses de marzo, abril, mayo) para hacerlas propias o enriquecerlas o modificarlas para hacer aportaciones destinadas a la Diócesis, a la CEE y a la misma Secretaría del Sínodo en Roma).

¿Soy consciente y me pregunto cómo ando en “participación” eclesial, en “comunión” y “misión” eclesiales?; son “lemas y claves” de este Sínodo para todos los miembros de la Iglesia.

¿Me siento llamado y responsable de intentar realizar con más perfección este lema sinodal para realizar este “modo de ser Iglesia” como Dios quiere y requieren nuestros tiempos? ¿También para nuestro movimiento y asociación?

¿Pongo los medios para vivir en estas claves? Porque “nadie da lo que no tiene”.

9º.- El curso 2022-2023 es también de etapa sinodal en toda la Iglesia. 

¿Aprovecho todas las ocasiones que el Señor me ofrece y que son de “oro” para hacer apostolado eucarístico? Tengo una “misión” en la Iglesia.

¿Hemos caído en la cuenta de que ser adoradores en la ARPU no es sólo “cumplir” sino tener celo ardiente de realizar los deseos ardientes de Jesús y uno de ellos es el que recoge y sintetiza nuestro carisma: “deseo ser adorado por todos…y en todos los Sagrarios de la tierra? Por eso ¿le busco nuevos adoradores?

En la Carta de junio pasado se nos decía y enseñaba qué y cómo hacer, modos, medios, métodos, expresiones…Ser ARPU y de la ARPU no es solo “cumplir”; no solo ser “adoradores” sin más sino pedir y buscar a otros para que lo sean. Disponemos de medios y cauces o recursos: hojas informativas, fichas de inscripción carteles de reclamo en los templos donde está el Santísimo. ¿Los tengo fotocopiados, los tengo a mano siempre o a disposición, los pongo en práctica?, ¿Estoy atento a lo que el Espíritu quiere decir a cada uno en la Iglesia? (Cf. las siete cartas de San Juan en el Apocalipsis a las siete Iglesias).

Si cada uno de nosotros se propusiera dirigirse también a siete personas cada curso o año, ¡qué floración de conversiones, de vocaciones…, de adoradores de Jesús Sacramentado! Él lo quiere y cuenta con nosotros.

10º.- Para la ARPU en cuanto a nomas eucarísticas y apostolado no hay vacaciones.

¿Por qué? porque “el amor de Cristo nos urge” (2 Cor 5,4); siempre. Es nuestro lema, es nuestra divisa

¿Aprovecho no sólo el curso sino también esta temporada de verano para  “echad las redes para pescar” (Lc 5,4), para “ser pescador de hombres” como Jesús dijo a sus discípulos? Ahora lo somos nosotros como adoradores suyos en la Eucaristía.

4.- A modo de resumen y conclusión

Lo normal sería por poca Gracia de Dios que tengamos, por poco “anzuelo” que usemos que todos hablemos de Jesús a otros e invitemos en su momento “oportuno” o “inoportuno” (como dice y hacía San Pablo), a ser de la ARPU y siempre como una ayuda, como un don grande para la vida cristiana a la que se refería el texto bíblico citado arriba: el de “dar frutos” de amor y de vida eterna. Lo normal sería conseguir -con la gracia de Dios que no nos faltará- nuevos contactos, nuevos adoradores, gente nueva…

Lo nuestro es pedirlo, intentarlo cada día, estar atentos, como os decía, tener la antena levantada para captar las ondas del Espíritu Santo. Lo nuestro es aprovechar las “ocasiones de oro”, insisto, que el mismo Dios nos da. “Echad vuestras redes para pescar” (Lc 5,4).

Os deseo y pido para todos ¡Buena pesca!, ¡fecunda cosecha! ¡Nunca ser estériles con la gracia de Dios!

Sacad también provecho del Noticiero  con el reportaje sobre el Corpus Christi en Burgos y del Memento que se os envía.

Con estos deseos y mi oración unidos en el Señor y en nuestra Madre Inmaculada.

Burgos, 11 de Julio, 2022, en el 55º. Aniversario de mi Ordenación Sacerdotal.

(Si pongo esta referencia no es por protagonismo personal. ¡Dios lo sabe! sino para hacer caer en la cuenta de que sin aquella ordenación-consagración sacerdotal no podría ser yo ahora pbro. Por tanto, ni sacerdote, ni consiliario, ni escribir estas Cartas, ni nada. Todo está dependiendo de lo que sucedió aquel día en mí en la catedral de Burgos).

Pidamos al Señor el don de los Sacerdotes que somos muy escasos y más escasos los que quieran ser Consiliarios de la ARPU).

Fdo.: José Luis Esteban Vallejo, -Consiliario Nacional de la ARPU

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