ADORACIÓN REAL, PERPETUA Y UNIVERSAL AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (ARPU)
Julio 2025
Queridos miembros de la Adoración Real, Perpetua y Universal;
esta carta para la el mes de julio la empiezo a escribir el 27 de junio, día de nuestro amado Sagrado Corazón, con cierta pena porque se está acabando uno de los meses más potentes espiritualmente ¡hemos ido pasando los días con unas festividades preciosas!: Pentecostés, nacimiento de San Juan Bautista, Corpus, en Burgos el Curpillos, esta del Sagrado Corazón, el Inmaculado Corazón, Santísima Trinidad y alguna que me dejaré en el tintero.
Este mes ha acompañado mi lectura espiritual el hermoso libro “La devoción al Sagrado Corazón de Jesús” del jesuita, director espiritual de Santa. Margarita María De Alacoque, el P. Croiset.
Este librito lo recibí como un regalo inesperado del Jesús y ha ido acompañando mi vida desde el día que me dio por vencer los respetos humanos, dejando un momento a mis compañeros de excursión para entrar en el monasterio de las Dominicas de Lerma para visitar a Jesús en la Eucaristía; y ahí estaba mi regalo, el único que quedaba en la mesita de la entrada al templo, para mí, para mi crecimiento espiritual.
Un lujo de libro que descubre la inseparable relación que existe entre la devoción al Sagrado Corazón y la Eucaristía, que no puede haber Eucaristía sin adoración, ni hay adoración sin Eucaristía. Además, este libro es un compendio de vida espiritual que dice que el motivo principal de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es contemplar el amor inmenso que Jesucristo nos tiene hasta quedarse en la Eucaristía, el fin de esta devoción es la reparación del desprecio que nosotros mismo hacemos y que hacemos todos a este amor siendo insensibles, incluso obstinados en rechazarlo. El objeto sensible que busca es considerar al Sagrado Corazón abrasado de amor por mí y el fruto que se logra viviendo según se nos propone en este libro, que no es sino vivir el evangelio mismo, es un ardiente amor para con la persona de Jesucristo.
¿No vemos en este resumen una exacta identificación con nuestro carisma en la ARPU? ¿No se repiten por activa y por pasiva estas expresiones o similares en las cartas de doña Juana Carou y sus íntimos colaboradores?
Esta semana ha llegado a mis manos un libro que compré en internet, tal vez os suene: “Meditaciones eucarísticas y novena de la Adoración Perpetua” del secretario de la Adoración Real, Perpetua y Universal del Santísimo Sacramento, Obispo de Oviedo D. Juan Baptista Luis y Pérez, 1930. ¡Una joya! Me ha llamado la atención que en sus primeras páginas habla de dos puntos que os compartí en la carta de mayo: la Circumincesión (en la Eucaristía donde está Cristo realmente presente, está exaltada y glorificada la Trinidad) y donde está el Corazón Eucarístico de Jesús está también su (y nuestra) Madre.
En la primera meditación del mencionado librito, reliquia que he adquirido por muy poquito, apenas 8,00 €. más envío, habla del deber y la necesidad de la adoración. No voy a entrar a fondo en este tema, más bien quiero ir terminando mi saludo y para ello traigo al corazón lo que hablé ayer con mi director espiritual que me comentaba que el mes de julio la Iglesia lo va a dedicar al discernimiento. Os quiero animar a aprovechar estas vacaciones que Dios nos regala para discernir el presente y futuro de nuestro movimiento en una Iglesia en la que algunos piensan que nuestro carisma es arcaico, no tiene “tirón”, sólo atrae a beatos y beatas, cristianos ya cultivados y que deberíamos plantearnos hacer otras actividades más novedosas, exitosas y que beneficien a “más personas”.
Si Jesús está en el Sagrario ¿le vamos a dejar sólo con la excusa de que en la vida ordinaria también me santifico, que no hace falta estar metido en la iglesia? ¿Vamos a ver a Cristo en los pobres, en los jóvenes, en los ancianos, en nuestros esposos, esposas, hijos, amigos, jefes o subordinados, si no le vemos en la Eucaristía más que de “oca a oca y este domingo me toca?
Si la adoración es una necesidad para el creyente, pues nosotros no glorificamos a la Trinidad en ella, sino que la Trinidad toda nos glorifica a nosotros; si es voluntad de Jesús que en su Amor Misericordioso nos atrae, nos busca como el pastor a la oveja perdida según relata la primera lectura de hoy y el evangelio; si María es adoradora perpetua, primera custodia, primer tabernáculo ¿vamos a estar en este equipo ganador? Y si decidimos estar en el equipo ganador ¿vamos a convertirlo en perdedor por nuestro conformismo?
¡Ánimo! Si somos fieles el “brazo poderoso de Jesús suscitará las almas adoradoras que encendidas como lámparas alumbren día y noche los sagrarios de todos los rincones de la tierra” como le prometió el Sagrado Corazón a doña Juana. Vamos a rezar ante él en la Eucaristía, y si por el cambio de rutinas de las vacaciones no podemos cumplir con nuestro horario de adoración, hagamos de nuestra casa, de nuestra familia en vacaciones un pequeño monasterio donde podamos adorar en espíritu y en verdad a nuestro Jesús abandonado en los Sagrarios. Recemos pidiendo el anhelo de la Eucaristía e implorando luz para discernir nuestra vocación, nuestra misión como lo hacía mi querida madrina espiritual, Santa Teresa de Jesús: “Vuestra soy, para vos nací, ¿qué mandáis hacer de mí?
Os agradezco el tiempo que habéis dedicado a leer estas líneas, pobres líneas de estilo pobre, más de buena intención. Al menos espero podernos ver todos juntos en el Sagrario que, como decía una buena amistad hace muchos años, “es el lugar donde se dan cita las almas que se aman”.
Valero Vilariño García, Vocal del consejo nacional de la ARPU y Vocal del consejo diocesano de Burgos.