CONFIRMACIÓN: Nuestro pentecostés interior, fortaleza del Espíritu
Descubre la Profundidad de la Confirmación
Explora el Sacramento de la Confirmación, Sacramento de la iniciación, ¿No recibimos el Espíritu Santo en el Bautismo? ¿También imprime carácter? Fortalece nuestra Fe y nos llena del Espíritu Santo, nos compromete a ser testigos, a ser apóstol.

El Sacramento de la Confirmación
La Confirmación es un Sacramento que sella y fortalece la gracia bautismal. Nos une más íntimamente a la Iglesia y nos enriquece con una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe. Este sacramento nos invita a vivir nuestra fe con valentía y compromiso.
Profundiza en tu Fe
PARTES DEL RITO:
1) Renovación de las promesas bautismales.
2) Imposición de las manos.
3) Unción de los óleos.
4) Beso de la paz.

Preguntas Frecuentes sobre la Confirmación
Encuentra respuestas a las preguntas más comunes sobre el sacramento de la confirmación y su significado en nuestra vida cristiana.
¿Qué es la Confirmación?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Es el Sacramento que perfecciona la Gracia bautismal al conferir el Espíritu Santo para arraigar más profundamente en Cristo, fortalecer el vínculo con la Iglesia e impulsar al fiel a ser testigo de la Fe.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
A través de este Sacramento instituído por Cristo (Hch. 1, 5), se nos otorga el Espíritu Santo con abundancia de sus dones, completando y fortaleciendo la Gracia del Bautismo.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
Es la unción perfumada del Espíritu. Como en el Salmo 23: «Me unges la cabezacon perfume»; Dios nos consagra, nos acoge en su banquete y derrama sobre nosotos la abundancia de su Gracia.
VISIÓN EUCARÍSTICA
En la Confirmación somos fortalecidos para vivir en plenitud lo que recibimos en la Eucaristía: Cristo en nosotros y nosotros en Cristo, para darlo a los demás.
Diferencias entre Bautismo y Confirmación
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
El Bautismo nos limpia del pecado y nos hace hijos de Dios. La Confirmación refuerza esta filiación y nos configura como testigos públicos de Cristo.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
El Bautismo nos intruduce, por el Espíritu Santo, en la vida de Gracia. La Confirmación nos da fortaleza para defenderla y difundirla.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
El Bautismo es el «lavado inicial», el paso por las aguas de la muerte a la vida. La Confirmación es la «unción perfumada» que nos reviste con la fuerza, belleza y plenitud del Espíritu Santo.
¿Cuándo se instituyó?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Cristo prometió el Espíritu y lo envió en Pentecostés. La Iglesia continuó transmitiendo ese don mediante la imposición de manos y la unción.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
Instituído por Cristo mismo, cumplido en Pentecostés y transmitido desde entonces por los Apóstoles.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
Pentecostés es la gran unción perfumada de la Iglesia. La Confirmación es nuestro Pentecostés personal.
Signos, gestos, materia (Significado)
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Imposición de manos: Gesto apostólico que evoca la efusión del Espíritu Santo, transmitiendo la fuerza y los dones divinos. Unción del crisma: óleo perfumado consagrado por el obispo, signo de consagración, fortaleza y pertenencia a Cristo. El perfume simboliza la «buena fama» (Bonus odor Christi, el buen olor de Cristo) y la misión de difundirlo. Palabras sacramentales: Recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo». Esta es la fórmula eficaz que confiere la Gracia. Beso de paz: Signo de comunión eclesial, acogida y unidad en el Espíritu que anima a la Iglesia.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
La imposición de manos: remite a los Apóstoles en Pentecostes y en Hechos (8, 17), donde la Gracia se transmite visiblemente. La unción: «sello real» que nos marca como soldados de Cristo fortalecidos para la batalla espiritual. El perfume del crisma: expresa que la Fe debe impregnar y atraer a otros por su belleza y verdad.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
La unción con perfume: recuerda la acogida generosa de Dios que nos sienta a su mesa (Sal 23, 5). El perfume no se oculta, es una Gracia que se expande y afecta a todos los que se acercan como testimonio vivo. Somos ungidos para ser presencia de Cristo en el mundo, irradiando su Amor.
VISIÓN EUCARÍSTICA
La unción consagra, aparta para Dios y transforma eficazmente (según las disposiciones con la que la recibimos). De alguna forma podemos hacer un paralelo con la Eucaristía. En la Consagración del pan y del vino, estos se transforman realmente, «apartados» para Dios se llenan de su presencia Real convirtiéndose en Cristo vivo. Así el Confirmado es configurado por el Espíritu Santo para ser portador de Cristo, especialmente después de recibirlo en la Comunión eucarística.
¿Es necesario para salvarse? ¿Qué pasa si rechazo confirmarme?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
No es absolutamente necesario como el Bautismo, pero es obligatorio recibirlo en el tiempo oportuno. Rechazarlo consciente y deliberadamente es desobedecer un mandato de la Iglesia y lo que es peor un rechazo a la Gracia y al amor de Dios.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
Rechazarlo es privarse de una plenitud de gracia que Cristo quiso para nosotros.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
Negarse es rechazar el «buen olor de Cristo», el perfume de la Vida Nueva, quedando sin esta fragancia para nuestra misión.
VISIÓN EUCARÍSTICA
Sin la fortaleza del Espíritu, nuestra Comunión eucarística y eclesial corre el riesgo quedar estéril.
¿Quién puede confirmarse? ¿Qué se necesita?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Estar bautizado, en estado de Gracia, tener uso de razón, preparación catequética y voluntad de recibirlo.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
Ha de recibirse con Fe y deseo de vivir según el Espíritu.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
Debe haber apertura interior para ser ungido, como quien acoge un perfume que transformará su vida.
VISIÓN EUCARÍSTICA
La preparación debe incluir una vida sacramental activa especialmente en la Eucaristía, que alimenta y fortalece la vida de Gracia recibida.
Efectos de la vida espiritual. Los dones del Espíritu Santo.
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Vincula más estrechamente con Cristo y la Iglesia. Aumenta y profundiza la Gracia bautismal. Infunde una fuerza especial para difundir y defender la Fe. Marca con un carácter espiritual indeleble, sello del Espíritu Santo.
CREDO, compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider).
El confirmado es «militante» en el ejército de Cristo, llamado a combatir por la verdad con caridad y firmeza. La Confirmación es un «Pentecostés personal» que nos da fortaleza para soportar pruebas, contrariedades y persecuciones.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española.
El Espíritu nos unge como el buen perfume de Cristo, para impregnar el mundo con santidad. Nos sienta a la Mesa del Señor como hijos suyos, listos para el Banquete eterno.
LOS 7 DONES DEL ESPÍRITU SANTO:
1. SABIDURÍA: Ver la vida y el mundo con los ojos de Dios, amar lo que Él ama y rechazar lo que Él rechaza (el pecado). Nos conduce a preferir las cosas eternas sobre las pasajéras y efímeras.
2. ENTENDIMIENTO: Penetra las verdades de la Fe para conocer más profundamente el misterio de Dios y su plan de Salvación.
3. CONSEJO: Permite discernir los designios de Dios y elegir lo que es más conforme con la Gloria de Dios y nuestra propia salvación.
4. CIENCIA: Permite juzgar correctamente las cosas en sí mismas, especialmente la verdad acerca de Dios.
5. PIEDAD: Nos hace honrar a Dios como nuestro Padre con afecto filial y amar a todos los hombres en cuanto criaturas de Dios.
6. Fortaleza: Don que nos lleva a afrontar todos los obstáculos y peligros como valientes soldados de Jesucristo, por amor a la Gloria de Dios.
7. Temor de Dios: Nos lleva a evitar todo lo que pueda desagradar a Dios y separarnos de Él, por temor filial o por reverencia amorosa.
Los 7 dones del Espíritu Santo ¿Son inseparables? ¿Se pueden perder? ¿Qué producen en nuestras almas?
Son inseparables porque están unidos en la Caridad. Los perdemos en el mismo momento que cometemos un pecado mortal y los recuperamos cuando retornamos a la Gracia Santificante por la confesión de los pecados.
Los frutos que producen en el alma son doce: caridad, alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad.
Para obrar el bien: La caridad, la alegría; para resistir con fortaleza al mal: la paciencia y la longanimidad. Estos frutos perfeccionan nuestro interior.
La que nos perfeccionan en nuestro exterior: con referencia al prójimo: la bondad, la benignidad, la mansedumbre y la fidelidad. Respecto a nosotros mismos: la modestia, la continencia y las castidad.
Credo, Monseñor Scheider, I cap 15: 498-515
¿Qué medios de perseverancia debo usar siempre, incluso cuando más soy tentado?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Oración, sacramentos, la Palabra de Dios, la vida de comunidad y las obras de caridad.
CATECISMO DE LA VIDA ESPIRITUAL. Cardenal Sarah
El silencio, la adoración. Cuando esté bautizado, además: la Confesión frecuente y la Eucaristía.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española.
Vida sacramental, acompañamiento, servicio y lectura de la Biblia.
¿Cómo vive el confirmado su vocación a la santidad? ¿Estamos obligados a buscar una vida santa?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Dando testimonio con la vida y las palabras. Todos los fieles están llamados a la santidad.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
Con valentía apostólica, defendiendo la Fe. La santidad es una consecuencia lógica de la Gracia recibida.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
Como un dispensador que difunde el perfume de Cristo en su entorno. No se pone la luz debajo de la cama para que no alumbre si un perfume se esconce en un baúl en el desván. Estamos llamados a ser difusores del buen olor de Cristo.
VISIÓN EUCARÍSTICA
La santidad de alimenta continuamente en la Mesa del Señor, donde el Espíritu nos conforma con Cristo por la comunión y la adoración que son fuente y cumbre de la santidad.
y ¿después de la Confirmación?, ¿se acabó todo?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
La Confirmación es inicio de una misión, no final de una formación.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
Debemos seguir creciendo en la Fe, Esperanza y Caridad.
CATECISMO «Buscad al Señor». Conferencia Episcopal Española (Cap. 41)
La unción inicial ha de renovarse en la oración, la comunidad y los sacramentos.
RECOMENDACIÓN
Si no lo has hecho ya, busca un grupo parroquial, movimiento, apostolado, voluntariado donde crecer en la Fe, desarrollar tu misión, donde estar acompañado en los buenos momentos y en los malos, para estar arropado como en la Familia que somos. Busca orar con más frecuencia solo antes Jesús en el Sagrario, acompañarlo cuando está más solo, resérvate 30′ semanales para orar así, en silencio en la iglesia frente a frente con Jesús preso de Amor por ti.
Sin la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia y en nosotros ¿qué perderíamos?
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Sin Él, la Iglesia no tendría vida.
CREDO, Compendio de la Fe Católica (Monseñor Scheider)
No habría misión, ni sacramentos verdaderos.
VISIÓN EUCARÍSTICA
Si el Espíritu, la Eucaristía sería un mero rito vacío, sin Cristo vivo.
REFLEXIÓN
Dios es trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo. En el relato de la Creación participan las tres Personas: El Padre crea por medio de la Palabra (por el Hijo, con el Hijo, en el Hijo) y el Espíritu Santo revolotea por la Creación dando vida y haciendo que todo sea bueno. En la creación de Adán el Padre moldea la imagen del Hijo en el barro e insufla el Espíritu para que tenga vida; la Creación original, antes del pecado, era inmaculada por acción del Espíritu Santo (que es Inmaculada Concepción in-creada), también Adán y Eva lo fueron. El Espíritu Santo habló por los Profetas. María es la Inmaculada Concepción creada, preservada de pecado original por los méritos adelantados de la Redención de Cristo, para ser madre del Hijo y predeterminada para ser esposa del Espíritu Santo (Inmaculada Concepción in-creada). María engendra en la virginidad por obra del Espíritu Santo y su profundísima humildad la mantiene Inmaculada en un mundo desfigurado por el pecado. El Espíritu Santo da fuerza a Jesús para la misión, actúa en la cena de Pascua para realizar el milagro de la Transubstanciación. El Espíritu Santo mueve a los Apóstoles al fuego por la misión incluso hasta el martirio y alienta la Iglesia desde que Cristo ascendió al Cielo. Sin Espíritu Santo no hay Iglesia, no hay redención, no hay nacimiento del Mesías prometido, no hay profetas, no hay Pueblo de Israel, no hay creación. No hay vida, no hay una Trinidad fecunda, no hay AMOR.