ADORACIÓN REAL, PERPETUA Y UNIVERSAL AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (ARPU)
Septiembre 2023
“MEMENTO, Adorador”: Acuérdate de que en este mes…
Éste es el título de uno de nuestros apartados en nuestras publicaciones mensuales, además de las ya consolidadas Cartas y Noticieros. Se trata de “memorare” o “recordare” para traer a la memoria y al corazón acontecimientos, efemérides, aniversarios, fiestas principales, avisos, normas de funcionamiento de la ARPU, medios también de formación y animación que nos ayuden a coger y asimilar más y más el “espíritu” y las “normas” de nuestro precioso carisma.
Según esto, recordamos en este mes de Septiembre:
Agradecemos a la delegada diocesana de Valladolid, Doña Claudina Rodríguez el envío de este precioso texto sobre la ARPU de Valladolid del año 1984 que a pesar del tiempo transcurrido conserva su valor y carisma al día de hoy.
“ADORACION REAL, PERPETUA Y UNIVERSAL
Adoradora del Santísimo Sacramento en el Santuario Nacional, Valladolid.
Piensa un poco en los momentos que nos toca vivir. El olvido de Dios por parte de muchos hombres. Negligencia en la vida espiritual. Aburrimiento de las cosas de Dios.
Los que habéis recibido la luz, ¿qué hacéis con ella? Tremenda paradoja para un cristiano.
Dios sigue solo en muchos sagrarios, olvidado, menospreciado, traicionado.
Jesús sabía que muchos le íbamos a necesitar a cada momento: y en un exceso de amor, quiso permanecer en la Hostia siempre. El sigue mendigando un poco de amor, de cariño; espera nuestra compañía y nuestro trato.
Nos pide que le conozcamos, amemos, imitemos, sigamos…
¿Te comprometes a acompañarle media hora a la semana? Él te ve y te lo pagará.
LA JUNTA DIRECTIVA DE LA ADORACION
Una vez más, queremos dirigirnos a ti, para que cooperes con ese entusiasmo de siempre, a propagar la devoción a Cristo en la Eucaristía; la paz para el mundo la tenemos que ganar con la Oración y con nuestra vida enraizada en la alegría y confianza en Dios.
No te contentes con acompañar al Señor tú sola; invita, haz que otras personas se enriquezcan de tantas gracias.
Pon especial interés en adorar, reverenciar, reparar y honrar a Jesucristo, realmente presente en la Sagrada Hostia, aunque oculto bajo las especies sacramentales, y pídele por la Santa lglesia, por nosotros y por todos los que le desconocen y olvidan.
Nuestra adoración ante el Sagrario, aunque sea pobre como nuestra, se convierte por medio de Jesucristo en adoración divina y con El, en El y por El, adoramos a Dios de un modo digno, cual corresponde a su infinita Majestad.
NOTA.- Haz apostolado, es tu deber de cristiana, para que la Obra de la Adoración viva cada vez más pujante y sean muchas las personas que pasen media hora con el Señor en la Eucaristía.”