ADORACIÓN REAL, PERPETUA Y UNIVERSAL AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (ARPU)
Mayo 2025
“MEMENTO, Adorador”: Acuérdate de que en este mes…
Éste es el título de uno de nuestros apartados en nuestras publicaciones mensuales, además de las ya consolidadas Cartas y Noticieros. Se trata de “memorare” o “recordare” para traer a la memoria y al corazón acontecimientos, efemérides, aniversarios, fiestas principales, avisos, normas de funcionamiento de la ARPU, medios también de formación y animación que nos ayuden a coger y asimilar más y más el “espíritu” y las “normas” de nuestro precioso carisma.
Según esto, recordamos en este mes de mayo:
LAS PRESENCIAS DE CRISTO (continuación del mes de abril)
Del libro: “LA EUCARISTIA AL RITMO DEL TIEMPO Y DE LA VIDA DEL CRISTIANO” de José Luis Esteban Vallejo.
Manual del adorador de Jesús Sacramentado en la Adoración Real, Perpetua y Universal (ARPU): doctrina-oración-práctica.
3.- PARA EXPRESAR Y ENSEÑAR EL DOGMA, acuñó un término que es el de «transustanciación»: ¿Cuándo sucede? En la consagración de la Misa: ¿Qué es la transustanciación?, ¿qué sucede en la consagración?, ¿en qué consiste? «en aquella maravillosa y singular conversión de toda la sustancia del pan en el Cuerpo de Cristo y toda la sustancia del vino en la Sangre de Cristo, permaneciendo sólo las «apariencias (=las especies del pan y del vino), conversión que la Iglesia Católica Ilama aptísimamente «transustanciación» (cf. Trento).
Por el milagro sin igual que tiene lugar en la consagración -transustanciación- «el pan y el vino han dejado de existir, después de la consagración, de suerte que el Cuerpo y la Sangre adorables de Cristo Jesús son los que están desde ese momento ‘realmente’ delante de nosotros bajo las especies sacramentales del pan y del vino, como el Señor ha querido, para darse a nosotros en alimento y para asociarnos en la unidad de su Cuerpo místico» (Pablo VI, Credo de/ Pueblo de Dios, 30-VI-1968).
4. CARACTERÍSTICAS Y CONSECUENCIAS DE ESA PRESENCIA EUCARÍSTICA DE CRISTO, de ese milagro sin igual: ¡muchas! entre otras:
a) Que es «real, verdadera y sustancial». Por tanto, es el mismo Cristo que nació…, padeció en la cruz…, resucitó… y está sentado ahora a la derecha del Padre.
«Ahí lo tienes, hermano, (ahí lo tenemos); es el Rey de reyes y Señor de señores, está escondido en el Pan…; se humilló hasta esos extremos por amor a ti» (Camino n. 538).
Locos de amor, de gratitud y veneración deberíamos estar.
¿Por qué es un milagro sin igual que sólo la Omnipotencia divina puede realizar? Pues porque por la «transustanciación» los accidentes del pan y vino -propiedades físico-químicas: cantidad, estructura atómica, etc., -permanecen sin sujeto en el Sacramento: son mantenidos en el ser por una especialísima y directa intervención de Dios (cf. Concilio de Constanza 22-11-1418, n.2).
Ella hace que Cristo esté todo entero en todas y cada una de las partes de las sagradas especies. Es lo que canta bellamente la Secuencia del Corpus et Sanguis Christi: «cuando se divide el Sacramento, no vaciles sino recuerda que Jesucristo
está tan entero en cada parte como antes en el todo.
b) Otra consecuencia es el culto eucarístico: que es de latría. Adoración que se debe sólo al verdadero Dios. Es el mismo a quien dijo el Padre, al introducirlo en el mundo que dijo: «adórenlo todos los ángeles (y hombres); es el mismo a quien adoraron los Magos (cf. Mt. 2,11); Los Apóstoles (cf Mt.28, 17). Adoración que se expresa aptamente en el gesto propio de la genuflexión y del arrodillarse ante el Santísimo Sacramento. Para decirlo con palabras de Benedicto XVI (Sydney, 22-V-2008):
«Los cristianos sólo nos arrodillamos ante Dios, ante el Santísimo Sacramento, porque sabemos y creemos que en Él está presente el único Dos verdadero, que ha creado el mundo lo ha amado hasta el punto de entregar a su Hijo único (cf. Jn. 3,16)».
c) «Cuando contempléis la Sagrada Hostia…, expuesta en la custodia, sobre el altar o escondida e el Sagrario, mirad qué amor, qué ternura la de Cristo». (San Josemaría Escrivá de Balaguer).
Cristo lo puede hacer y lo hace: nos ama con amor infinitamente superior al que pueden albergar todos los corazones de la tierra, se ha quedado para que podamos unirnos siempre a su Humanidad Santísima, para ayudarnos, para consolarnos, para fortalecernos, para que seamos fieles y felices.
d) Es Enmanuel: «Dios con nosotros». Es el tesoro más precioso que tiene la Iglesia. «Pan vivo que da la vida» (PO. 5-6.) ¡Ojalá lo sea para nosotros y para todos!
5.- EFECTOS DE LA EUCARISTÍA
¡Muchos!; entre otros:
Todos los efectos que produce el alimento corporal, material en el cuerpo, los produce la Eucaristía -Comunión- en el alma.
– Es prenda o semilla de vida eterna y de resurrección: «quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día» (cf.Jn.6,54). Por eso, es «medicina de inmortalidad», antídoto contra la muerte y alimento para vivir por siempre en Jesucristo (S. Ignacio de Antioquia). Es lo que pide y desea el himno eucarístico Adorote devote: «Jesús, que tras velos ahora te ocultas, te ruego se cumpla mi vívido afán; que pueda en el Cielo por fin cara a cara, tu gloria mirando, contigo reinar» Amén.
-Es signo de unidad, vinculo de caridad; signo de reconciliación con Dios y con la Iglesia. Es Comunión de los santos.
-«EI Señor está ahí y te Ilama» (espera) (Jn.11,28) Siempre esperando en el Sagrario para concedernos una audiencia de amor. Nos espera desde hace 20 siglos.