ADORACIÓN REAL, PERPETUA Y UNIVERSAL AL SANTíSIMO SACRAMENTO (ARPU)
SEPTIEMBRE 2021
Decía San Cirilo de Alejandría comentando la Carta de San Pablo a los Romanos cómo “nosotros siendo muchos formamos un solo cuerpo y somos miembros los unos de los otros, y es Cristo quien nos une mediante los vínculos de la caridad…”.
Algunas veces os he comentado que en la ARPU somos “una partecita” en la Iglesia y ojalá seamos más cada vez en la ARPU dentro de la misma Iglesia.
Y continuaba este Santo Padre de la Iglesia:
“Conviene, pues, que tengamos un mismo sentir: que, si un miembro sufre, los demás miembros sufran con él y que, si un miembro es honrado, se alegren todos los miembros”.
Aplicando esta enseñanza y exhortación patrística a nuestra Asociación eucarística de la ARPU ponemos este apartado del Noticiero mensual. Para este mes de septiembre 2021:
1.- Sacerdotes fallecidos en la Casa Sacerdotal de Burgos.
En este verano, en la 5ª ola de la pandemia, han fallecidos estos sacerdotes que vivían en la Casa Sacerdotal: Don Cándido Rubio (en junio), Don Antonio Gutiérrez (en julio), y en agosto los siguientes: D. José Luis de Pedro, D. Luis Hernando, D. Fermín Rilova, D. Ángel Villasante y D. FELIX PÉREZ GARRIDO. Destaco este último por estar inscrito en la ARPU.
El Vicario episcopal para el Clero, Don Jesús Castilla, que hace una breve semblanza de cada uno, de D. Félix Pérez Garrido, nos comunicaba esta noticia:
“Hoy día 17 de agosto, FELIX PÉREZ GARRIDO ha fallecido. La Diócesis llora su pérdida y nos unidos oramos para dar gracias a Dios por su vida y confiarlo a su misericordia. Acompañamos en el dolor por su muerte a su hermana LUSCINDA y a todos sus sobrinos. D.E.PNació en Villamórico el día 09/09/1930. Fue ordenado sacerdote el día 17/07/1955. En los primeros años de su ministerio fue párroco de San Millán de Lara y servicios y después de Vallejera y servicios. Sintiendo la llamada misionera cruzó los mares y, afiliado al IEME, estuvo en Colombia y la mayor parte de su vida en Perú. Ya jubilado de regresó a España, fue capellán del Tanatorio de la Paz”.
Fue entonces cuando le hablé y propuse que se inscribiera en la ARPU y lo hizo “Plenamente consciente de que sus fuerzas se iban debilitando al final de su vida, ha pasado especialmente por el corazón las siguientes palabras de S. Pablo: «Yo estoy ya a punto de ser ofrecido en sacrificio; el momento de mi partida está muy cerca. He combatido el buen combate, he concluido mi carrera, he conservado la fe; sólo me queda recibir la corona merecida, que en el último día me dará el Señor, justo juez; y no sólo a mí, sino también a todos los que esperan con amor su venida.» (Tm 4,6-8)”.
Ya en julio ante esta situación el Sr. Arzobispo les dirigió una atenta, tierna y compasiva carta a los de la Casa Sacerdotal y, de alguna manera especial a todo el clero burgalés.
Nosotros conmovidos rezamos por ellos y deseamos que intercedan ante el Señor, Sumo y Eterno Sacerdote, para que haya santos y suficientes sacerdotes para el revelo en el ministerio presbiteral.
Y con un santo “egoísmo” que suscite el Señor consiliarios en la ARPU. Pues son -han de ser- agentes imprescindibles para que funcione bien cada grupo de la ARPU.
En el mismo mes de agosto han fallecido también Don Manuel Guerra y Don Nicolás Dulanto.
Para quienes no les conocieron a estos nueve sacerdotes les pueden parecer sólo nombres y que eran sacerdotes pero para quienes los hemos conocido y tratado ejerciendo los diversos ministerios en la Diócesis de Burgos, nos dicen y recuerdan mucho: mucha vida, mucha fidelidad a Dios, muchos méritos que sólo Dios sabrá reconocer y compensar. Por todos ellos, además de encomendarlos en particular, he ofrecido una Misa de Difuntos el día 30 de agosto, el último día de vacaciones en mi pueblo natal de Tórtoles de Esgueva (Burgos).