DESCUBRE EL PODER DE LA ORACIÓN
"ORA ET LABORA, SED ORA"
Bienvenido a un espacio dedicado a profundizar en la práctica de la oración, donde cada palabra es un puente entre el cielo y la tierra.
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ORA: La Esencia de la Oración
Alma mía, es necesario que te decidas de una vez para siempre entre los dos amores que solicitan tu corazón: el amor de Jesús y el amor de los placeres, de las comodidades, de las riquezas, de los honores, en una palabra, del mundo. No puedes servir a dos señores. Jesús no quiere un corazón dividido, quiere tu corazñon y TODO tu corazón. Es su Señor y reclama lo suyo. También tu quires dárselo: lo dices con frecuencia: Jesús yo me consagro a Tí, toma mi corazón, hazlo como el tuyo, escóndelo en él y que yo siempre lo halle unido a Tí. Pero. ¿lo dices de un modo eficaz? Todo afecto que no pueda dirigirse y ordenarse a Dios, que no esté informado de su amor, es contrario a la verdad, o a la pureza, o cuanto menos a la intensidad y a la profundidad de tu amor y por consiguiente a la perfección de tu adoración a Jesús Sacramentado. Es necesario extirpar esta clase de afectos y sentimientos, cueste lo que cueste, abrasarlos y purificarlos en el encendido amor del Sagrado Corazón de Jesús Sacramentado.
AFECTOS Y ASPIRACIONES.
Siento mi nada ante la infinita grandeza del Santísimo Sacramento. Deseo corresponder a tanta magnificencia que se me ofrece para atraer mi corazón. Es el don, la prenda del amor de Jesús -quod pro vobis traditur- que se entrega por vosotros. Es el memorial de las maravillas de su amor -Memoriam fecit mirabilium suorum- Quiero adorar. ¡Y cuánta distancia existe entre la realidad y el deseo!. ¡Qué pobres son mis adoraciones! Mi alma se apena y se contrista, víctima de innumerables afectos y sentimientos que no son de Jesús, que tal vez me apartan de Él y que impiden a mi alma el fruto de sus dulcísimas comunicaciones. Quiero ser toda de Jesús.
PROPÓSITO
Examinaré mi vida y el fondo de mi alma para conocer qué es lo que impide mi perfecta adoración, mi unión con Jesús. No tendré la pretensión de curar radicalmente todos mis defectos. Pero tampoco dejaré pasar días, semanas y años enteros con las mismas imperfecciones. Escogeré un punto para la reforma de mi vida, y luego otro, ayudándome del examen de conciencia particular, de la adoración y de alguna mortificación o penitencia.
ORACIÓN
Dulcísimo Jesús Sacramentado, ya que todo lo puedes, remedia mi impotencia. Sin Ti, ni tan siquiera puedo pronunciar tu dulce Nombre. Y ya que te dignas aceptar mis humildes adoraciones, haz que cada día sean menos indignas de ti. Te lo pido, Señor, por mediación de la Santísima Virgen María, tu duce Madre y Madre mía también, y de mi Padre el Patriarca San José y de San Pascual Baylón, nuestros patronos y protectores de nuestra obra de adoración. ¡Oh buen Jesús, que vives y reinas por los siglos de los siglos! Amén.
COMUNIÓN ESPIRITUAL
Jesús mío, creo que estás en el Santísimo Sacramento. Te amo sobre todas las cosas y te deseo en el alma. Ya que ahora no puedo recibirte sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. [Se hace un momento de oración de adoración por ejemplo se puede repetir: Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os amo, Dios mío, te adoro en el Santísimo Sacramento]. Como si ya hubieses venido, te abrazo y me uno todo a Ti; no permitas que yo me separe de Ti.
Oraciones para la Vida Diaria
ORACIONES A CRISTO Y LA CRUZ
- Oración a Cristo Crucificado
- Saludo a la Cruz
- Letanías de la Pasión
(ante el Santísimo) - Letanías de reparación a Cristo Eucaristía
ORACIONES DE VIDA CRISTIANA
- Conocimientos básicos del cristiano
- Letanías de la humildad
- Oración de perdón por los enemigos
- Magníficat
- Coronilla a San Miguel
ORACIÓN FUNDADORA DE ARPU
CONSAGRACIONES
- Consagración: Sagrado Corazón
- Consagración: A Cristo Eucaristía
- Consagración al Espíritu Santo
- Consagración: A la Trinidad
- Consagración: Inmaculado Corazón
- Consagración: Virgen de Guadalupe
- Consagración a la Virgen de Fátima
- Consagración: a San josé
Preguntas Frecuentes sobre la Oración
Descubre respuestas a las preguntas más comunes sobre cómo integrar la oración en tu vida diaria.
¿Cómo puedo empezar a orar si nunca lo he hecho antes?
Catecismo de la vida espritual, Cardenal Robert Sarah:
Sí. El deseo de orar ya es una gracia. Dios pone en el corazón del hombre la sed de Él. No se requiere experiencia previa, sino humildad para ponerse en presencia de Dios con sinceridad.
Meditaciones Eucarísticas, Monseñor Juan B. Luis Pérez:
«No hace falta saber orar. Basta con tener deseo de estar con Jesús. La oración comienza cuando se pone ante Él, aunque sólo sea para decirle: ‘Aquí estoy’.»
Aplicación ARPU:
Si nunca has orado, empieza simplemente estando en presencia de Jesús, ten un lugar específico en casa, haz un oratorio; búscalo en la Eucaristía. Piensa en su amor, dale gracias. Él toma la iniciativa. La oración brota del deseo de entrar en relación personal, no de la técnica.
¿Cuáles son los beneficios de la oración diaria?
Catecismo de la vida espiritual, Cardenal Robert Sarah:
La oración diaria nos purifica, nos hace humildes y nos ayuda a ver la verdad de nuestra condición. Es alimento del alma, nos pone en contacto con Dios y fortalece la fe en medio de un mundo ruidoso y superficial.
Meditaciones Eucarísticas, Monseñor Juan B. Luis Pérez:
«La adoración diaria fortalece el alma, la purifica y la hace más sensible al amor de Dios. La oración es el alimento del alma que quiere vivir del Amor.»
Aplicación ARPU:
En la adoración cotidiana, especialmente eucarística, el alma se transforma lentamente, como la cera de una vela puesta al fuego, hasta volverse llama de Cristo.
¿Es necesario seguir una estructura específica al orar?
Catecismo de la vida espiritual Cardenal Robert Sarah:
No, estrictamente. lo esencial es entrar en el silencio interior. El Card. Sarah insite en la oración del corazón, silenciosa y perseverante, más que en fórmulas. Sin embargo, recomienda los salmos, el rosario, la adoración y la liturgia como caminos seguros.
Meditaciones Eucarísticas, Monseñor Juan B. Luis Pérez:
«Jesús no pide palabras perfectas, sino un corazón presente. El adorador puede quedarse en silencio o repetir una sola frase con amor.»
Aplicación ARPU:
Puedes usar una estructura (actos de fe, de adoración, de amor, de reparación) pero también puedes, simplemente, mirar a Jesús y dejarte mirar. Amar a Jesús y dejarte amar.
¿Cómo puedo mantener la concentración durante la oración?
Catecismo de la vida espiritual Cardenal Robert Sarah:
El silencio es clave. El Card. Sarah habla de «guardar silencio» tanto experior como interiormente. La oración requiere fidelidad, y aun en distración, el alma fiel agrada a Dios. Perseverar en la sequedad espiritual purifica el corazón.
Meditaciones Eucarísticas, Monseñor Juan B. Luis Pérez:
«El alma que se distrae y vuelve al Señor es como el hijo que tropieza y se levanta. Jesús no se aleja por nuestras distracciones.»
Aplicación ARPU:
Cuando te distraigas, vuelve suavemente tu corazón a Jesús, al Sagrario, al Amor Eucarístico. Puedes repetir: «Jesús Sacramentado, en ti confío» o «¡Oh Dios! Salvador crucificado. Hazme arder de amor fe y empeño por la salvación de mis hermanos».
¿Qué debo hacer si siento que mis oraciones no son escuchadas?
Catecismo de la vida espiritual Cardenal Robert Sarah:
Dios siempre escucha. El silencio de Dios es parte de Su pedagogía: forma, purifica, fortalece.
Sarah recuerda que el sufrimiento en la oración une al alma con Cristo crucificado y no debe ser causa de desánimo.
Meditaciones Eucarísticas, Monseñor Juan B. Luis Pérez:
«En la adoración, Jesús actúa aunque no lo sintamos. Él no deja de mirar ni un solo segundo a quien le adora con fe.»
Aplícación ARPU:
La oración, especialmente la hecha ante Jesús en la Eucaristía, no es pedir cosas, es permanecer en el Amor. Aunque no veas resultados inmediatos, tu alma se está llenando de cielo.
Frase inspiradora (D. Juan B. Luis Pérez):
«Adorar es ya vivir en el Cielo. Es dejar que Jesús Eucaristía transforme nuestros deseos, nuestras heridas y todo lo que somos».
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MI CORAZÓN ESTÁ PRESO POR AMOR A TI
ADORACIÓN: Solo Dios es digno de adoración. Jesús quiere ser adorado por todos. La adoración es la cumbre de las relaciones del hombre redimido con Dios.
REAL: En la Eucaristía, Jesucristo está realmente, sustancialmente presente. Es Jesucristo. Ha resucitado y está vivo allí.
PERPETUA: Se encuentra allí siempre, de día y de noche, a cualquier hora de cualquier día.
PARROQUIAL: En mi Parroquia me necesitan. Mis vecinos esperan que les tenga en cuenta a ellos, que los lleve al Sagrario.
UNIVERSAL: Jesucristo se ha quedado por y para todos: «Quiero ser adorado por todos los hombres en todos los Sagrarios de la Tierra». En nuestra insignia hay cinco personas representando a las cinco razas de los cinco continentes.
¡ESTOY EN TU PARROQUIA!