POESÍAS DE UN CORAZÓN ENAMORADO

de Doña Juana Carou Rodríguez

Fundadora de la Adoración Real Perpetua y Universal al Santisimo Sacramento (ARPU)

HIMNO EUCARÍSTICO DE ARPU

¡Santísimo Sacramento!

Luz de mis ojos, Sol de mi vida.

En cada instante y momento,

mi alma te adora de amor rendida.

Si los bellos serafines te aman,

te adoran,allá en el Cielo,

mi corazón que te adora,

te ama y bendice desde este suelo.

 

“Eterna gloria, alabanza, de amor eterno, eterno amor,

a Ti, Jesús adorado,

Sacramentado por nuestro amor!

Si supieran los mortales,

la eterna gloria que en Ti se encierra.

Tan sólo por visitarte ¡ay!

cruzarían toda la Tierra.

En tan augusto Sacramento,

Manjar divino, Pan celestial,

las delicias de la Gloria.

La paz eterna halla el mortal

“Eterna gloria, alabanza, de amor eterno, eterno amor,

a Ti, Jesús adorado,

Sacramentado por nuestro amor!

Letra y música por Doña Juana Carou Rodríguez, Fundadora de la ARPU

Interpretado por la delegación Diocesana de Madrid

Escuchar

A. R. P. U.

Estrofas complementarias al HIMNO EUCARÍSTICO DE ARPU

1. ¡Oh Cristo sacrificado,

En el Altar (Sagrario) siempre ofrecido!

Podemos a Ti unirnos

Con nuestros gozos y sacrificios.

Tu Cruz (Hostia) nos lleva al Cielo

Que ya se asoma a nuestro mundo;

Esperamos verte pronto

Para gozarte allá sin velos.

2. Unidos en cuerpo y alma

En el amor que Tú nos das,

Queremos que todos sepan

Que en Ti se encierra tanta bondad!

Que eres un Dios cercano,

Tan amoroso, tan singular;

Que el mundo entero lo crea,

Te ame y se rinda  con fe y piedad.

Por Don José Luis Esteban Vallejo, Consiliario Nacional de la ARPU

17.- AL ÁNGEL DE LA GUARDA

Ángel de mi Guarda,

Dulce mensajero,

Dile a mi Jesús

Que por Él me muero.

Ángel de mi Guarda,

Dile a mi Señor

Que por Él me muero,

me muero de amor.

 

Dile que le adoro

Que por Él deliro;

Dile que le amo,

Que por Él suspiro.

Ángel de mi Guarda,

Dile a mi Señor

Que por Él me muero

Me muero de amor.

MUERTA HE DE ESTAR

Muerta he de estar, ¡amor de mis amores!

Muerta he de estar y en polvo convertida,

Y mis cenizas ¡vida de mi vida!

Han de cantar tus glorias y loores.

Y de mi ser los átomos perdidos

Vagarán por el ancho firmamento

Y a tu Sagrario volarán rendidos,

A adorarte en tu Augusto Sacramento.

Muerta he de estar, Señor, materia inerte

Será mi corazón, ceniza fría;

Y esta ceniza que formó la muerte,

te adorará, Señor, de noche y día:

Y en mi cadáver, en mi cuerpo frÍo.

Del santo fuego que mi pecho inflama.

Tu podrás contemplar, dulce Amor mío,

La huella que dejó su ardiente llama;

Y hallarás el recuerdo peregrino

Del divinal amor que arden en mi pecho,

En esa huella que tu amor divino

Dejó en mi pobre corazón deshecho.

Muerta he de estar, Señor, y mis despojos,

Mezclados con la tierra de la fosa;

Y las frías cenizas de mis ojos,

Te enviarán mirada cariñosa;

Que de mi cuerpo la ceniza helada,

 Doquiera que repose a su manera,

Aunque esté convertida en polvo y nada,

Te adorará, Señor, cuando me muera.

Muerta he de estar, Divino Jesús mío,

Y sin cesar te adoraré, Señor;

De mis restos el polvo helado  frío

Te cantará eternal himno de amor.

Y hasta los fuegos fatuos que mis huesos

Produzcan en el campo funerario,

Serán, ¡Dulce Amor mío!, santos besos

Que mis labios envían al Sagrario.

En su fragancia la silvestre flor

Que nazca donde está mi sepultura,

De mis frías cenizas al calor,

Te llevaré mis cantos de ternura.

Y del aire las alas al tocar

Mis restos fríos, mi ceniza helada,

Al volver tu Sagrario a acariciar,

Te llevará los besos de mi nada.

Y hasta las bellas gotas de rocío

Que besan las corolas de las flores

Que crezcan do reposa el cuerpo mío,

Convertidas en mágicos vapores,

Con las alas del viento confundidas,

Entrarán en tu templo Sacrosanto,

Y a tu Sagrario llegarán rendidas

De mi cadáver el humilde canto.

Alma no tiene, Dueño idolatrado,

El sol fulgente que en el cielo brilla,

Y sin cesar te adora, Dueño amado,

Canta tus glorias y ante ti se humilla.

Alma no tiene la brillante estrella

Que esparce su fulgor en noche oscura,

Y vertiendo en el éter la luz bella,

Canta Señor tu gloria y hermosura.

Alma no tiene la fragante flor

Que ostenta su belleza en el jardín,

Y al exhalar su delicado olor,

Te adora cual ardiente serafín.

Así mis restos en la oscura fosa,

Sin derramar fragancia ni fulgor,

Bajo la fría y olvidada losa,

Te cantarán tu gloria y tu loor.

Y tú, Señor, que ves lo que escondido

Existe para el hombre en este suelo,

Verás mi cuerpo, en polvo convertido,

Que te adora, Señor, como en el Cielo.

18.- A JESÚS SACRAMENTADO

 

¡Qué bien se está contigo! 

Señor junto al sagrario!

Que bien se está contigo,

¿por qué no vendré más?

Hace ya muchos años que vengo a diario

y aquí te encuentro siempre

-AMOR  SOLITARIO-

Solo, pobre, escondido,

pensando en mí quizás!…

Tú no me dices nada ni yo te digo nada;

si Tú lo sabes todo ¿qué voy a decir?

Sabes todas mis penas, todas mis alegrías,

sabes que vengo a verte con las manos vacías.

Y que no tengo nada que te pueda servir.

 J. Caraul, Padre Carmelita

 

14.- A LA SAGRADA EUCARISTÍA

 

Yo quisiera, Jesús mío

Adorarte cual te adoran

Los serafines que moran

En la celeste Sion.

Más, ya que no puedo amarte

Cual los Ángeles del Cielo,

con tan amoroso anhelo

Te ofrezco mi corazón.

7.- ESTROFAS JACULATORIAS

A visitarte vengo, Jesús mío,

Acompañarte vengo a tu Sagrario;

¡Oh Jesús, oh Divino Solitario!

Mi corazón entero yo te envío.

Al alejarme del Sagrario,

Señor, ahí te dejo mi corazón.

Dame, Dios de mi vida, tu bendición.

Ángel Santo de la Guarda

Del alma que a Dios adora,

Haz que venga un alma ahora

A adorar a mi Señor

Haz Tú que venga a adorarle

Haz que venga a bendecirle

Haz Tú que venga a cantarle

Mil y mil himnos de amor.

16.- A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

 

Tú ves, madre adorada,

Las angustias del alma mía,

 Ten piedad Virgen María

De mi alma acongojada.

 Suplícale a tu Jesús,

 Que me quite estas tinieblas

 Y que disipe las nieblas,

 Que ocultan su dulce luz.

Dile que por Él deliro,

Dile Tú que es mi tesoro,

 Dile que por Él suspiro,

 Dile tú que por Él lloro,

Dile Tú que me perdone

Lo mucho que le ofendí;

Dile Tú que yo no puedo

Vivir sin Él y sin Tí.

6.- A JESÚS SACRAMENTADO

Ya para siempre Señor soy tuya

 Cuánto tenía te lo ofrecí.

 Ay! Tú que puedes Jesús amante

Con fuerte lazo úneme a Ti.

 Ay! Tú que puedes bien mi vida

 Rey de los cielos dueño y Señor,

 A tu Sagrario el alma mía

 Ata con fuertes grillos de amor.

 Ay! no te vayas Jesús amado

 Ay! no te apartes señor de mí

 Porque tú sabes Dios de mi vida

 Que yo no puedo vivir sin ti.

10.- A JESÚS SACRAMENTADO

Soy palomita de amor sedienta.

Soy palomita que tu amor hiere,

Soy palomita que de amor muere,

Que de amor muere, Señor, por Ti.

Soy palomita que en tu Sagrario

Constantemente revoloteo,

Y que, amorosa, solo deseo

Que no te apartes, Señor, de mí.

 

11.- A LA SAGRADA EUCARISTÍA

Dulce y Sagrada Eucaristía:

El alma mía gime por ti

Como paloma de amor herida

Dios de mi vida ¡ay! ven a mí.

Tengo ansia infinita de recibirte

Ansia de que mi pecho sea tu morada,

Porque sin ti, Dios mío, mi alma está triste,

Porque sin ti, Dios mío, no quiero nada.

Porque sin ti, Dios mío, suspiro y lloro

Como pobre paloma de amor herida

Porque tú eres mi encanto, dicha y tesoro,

Porque tú eres mi gloria, Dios de mi vida.

8.- A JESÚS SACRAMENTADO

 

Mientras que en mi pecho haya
De vida solo un aliento,
Ha de ser para adorarte
Santísimo Sacramento.
Ha de ser para adorarte
Oh, ¡dulcísimo Señor!
Ha de ser para adorarte
Y cantarte himnos de amor.
Al sagrario más solo
Que hay en la tierra
Donde por amor al hombre
Jesús se encierra,
El alma mía
A acompañarle vuela
De noche y día.

13.- AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Al pie del Sagrario

Quisiera vivir,

Aquí en el sagrario

Quisiera morir

Quisiera, divino Sacramento

Al pie de tu Sagrario morar,

Y quisiera mi último aliento

Al pie de tu Sagrario exhalar

Vivir a tu lado

Es solo mi anhelo,

Qué es gozar del cielo

Vivir junto a ti

Vivir Jesús mío

Al pie del Sagrario

Dónde solitario,

Quedaste por mí.

3.-HIMNO A JESÚS SACRAMENTADO

Aunque todo el infierno se junte

Contra Ti, Jesús Sacramentado,

Tú has de ser de todos adorado

Aunque pese al mundo y a Luzbel;

Y aunque hoy moras solo en el sagrario,

Donde tu gloria y majestad se encierra,

Reinarás sobre toda la tierra,

Todo el mundo será tu escabel.

Tú eres rey eternal de la gloria,

Rey de Paz y celeste alegría,

Que quisiste quedar noche y día

Junto al pobre y mísero mortal.

¡Ay! de aquellos que osado se opongan

A que tú reines en este mundo,

Porque irán al abismo profundo

Donde ruge el tirano infernal.

Gloria a Ti, Jesús Sacramentado,

Rey de Amor celestial vida mía,

Qué te ocultas en la Eucaristía

Por amor al triste pecador.

Gloria a Ti, Sacramento adorable,

Gloria a ti, en cada instante y momento,

Gloria a Ti, Divino Sacramento,

Gloria, gloria, alabanza y amor.

5.-HIMNO A JESÚS SACRAMENTADO

 

Dame amor, Dios de mi vida,

Vida mía, dame amor,

Amor hasta enloquecer,

Amándote a Ti, Señor.

Brotan del suelo las plantas

Y de las plantas las flores,

Y de mi pecho, Dios mío,

Brotan mil himnos de amores.

Y cuál es la flor que embalsama

El desierto solitario,

Así la flor de mi alma

Embalsama tu Sagrario.

Si salpican sus corolas

Gotas de bello rocío,

¡Ay! las flores de mi alma

Las salpica el llanto mío.

Lágrimas que de mi pecho

Arranca la contricción.

Dulcísimo Jesús mío,

Otórgame tu perdón.

2.- A JESÚS SACRAMENTADO

 

Aunque soy vil gusanillo

De la terrenal morada,

Tengo el alma enamorada

De tus bondades, Señor.

Otras veces le decía cantando:

De tu Corazón Divino

Una centella cayó

Que vino a prenderle fuego

A mi pobre corazón

Y como los Serafines

Señor, yo quisiera amarte

Y eternamente cantarte

Mil y mil himnos de amor:

Y desde entonces, Dios mío,

Yo me abraso sin cesar,

Y te canto himnos de amores

Postrada al pie de tu altar.

4.-HIMNO A LA SAGRADA HOSTIA

 

Bendita seas, / Hostia Sagrada,

Inmaculada / Hostia de amor,

Bendita seas / Hostia adorada;

Gloria a Ti, gloria / Y eterno honor,

Salve, Hostia Santa / Yo te bendigo

Y te tributo / Loores sin fin

Y uno mi acento / A los acentos

Donde te alaba / El Serafín.

El desprecio / De los ultrajes

E irreverencias / Del pecador.

Mi alma te ofrece / Sus homenajes,

Y te tributa / Actos de amor.

Hostia adorada! / Hostia querida!

En incesante / Reparación,

Te da mi alma / De amor rendida,

Gloria, alabanzas / Y adoración.

9.- A JESÚS SACRAMENTADO

Los reyes de la tierra / Tienen de noche y día

Quien les dé compañía, / Y Tú dulce Jesús,

Que eres el Rey del cielo, / Tienes en el Sagrario

Del Templo solitario / Solamente una luz.

Una lampara triste / En la noche sombría,

Esa es tu compañía / Y tu guardia de honor.

Es el amor y el pago / El agradecimiento,

Divino Sacramento / Que da el hombre a tu amor.

Una lámpara triste / Y a veces apagada

En la noche callada / Divino Salvador.

Es toda tu compañía / Ese es todo el consuelo,

Que en este triste suelo / Te da el hombre, Señor.

Perdóname Dios mío, / Divino solitario,

Si solo en el Sagrario / De noche te dejé.

Perdoname si ingrata / A tantos beneficios,

Tus muchos sacrificios / Mil veces olvidé.

Perdóname, Dios mío, / Jesús Sacramentado,

Que yo, ya de tu lado / Jamás me apartaré.

Que mi alma, que te adora, / Volará al Santuario

Y al pie de tu Sagrario / Señor, te adorará.

Mi corazón se llena / De pena y amargura,

Cuando en la noche oscura / Me acuerdo, buen Jesús,

Que siendo Rey del cielo / Tienes en el Sagrario

Del Templo solitario / Solamente una luz.

Más ya no estarás solo / Que aunque no realmente,

Espiritualmente / Te acompaño, Señor,

Porque de noche y de día, / En cada hora y momento,

Vuela mi pensamiento / Al trono de tu amor.

15.- A JESÚS SACRAMENTADO

Cruz quieres Tú que yo quiera…
Oh!  dulcísimo Jesús 
Si Cruz quieres que prefiera
Vida mía, dame Cruz. 
En ella está la victoria.
En ella está mi consuelo,
En la Cruz está mi Gloria, 
En la Cruz está mi Cielo. 
En la Cruz está mi Vida, 
En la Cruz la Caridad
En la Cruz está escondida 
La eterna felicidad.
En la Cruz con Jesús amado, 
Quisiste morir por mí;
Por eso Dueño adorado, 
La cruz quiero yo por Ti. 
 
Cuando llames a la puerta
De mi pobre corazón 
Entra, pues Tú solo eres
 El Dueño de esta mansión.
 Si la puerta está cerrada 
¡Ah! No dejes de llamar.
Basta que a tus pies postrada
 Yo te adore sin cesar. 
Si me encontrases dormida, 
¡Ah! Despiértame, Señor,
Hasta que a tus pies rendida
Yo te cante himnos de amor.
 No te vayas Vida mía,
Dulcísimo Salvador 
Porque si te vas, Dios mío,
 Yo me muero de dolor

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