ADORACION REAL, PERPETUA  Y UNIVERSAL AL SANTíSIMO SACRAMENTO (ARPU)

 

 “In memoriam” de Don Laurentino Gómez Montes

(La imagen de Don Laurentino celebrando la Santa Misa ya se puso en el Noticiero de julio pasado)

La noticia del fallecimiento de Don Laurentino Gómez Montes, Consiliario General Nacional que fue durante muchos años de la ARPU, me la dio el amigo sacerdote Don Javier Peromarta. Conoció a Don Laurentino cuando estaba como numerario del Opus Dei en Oviedo. Me la dio en Valladolid el día 4 de julio de 2022. Me dijo que había fallecido hacía unas dos semanas (por tanto, hacia el día 20 de junio pasado). Después él me informó de que había muerto el día 24 de junio a los 85 años de edad.

Al día siguiente de enterarme, 5 de julio, ofrecí por él, por su eterno descanso, la Santa Misa con mi intención ministerial.

“Mi testimonio In memoriam puede quedar para otra ocasión”. Os decía al comunicaros la noticia en el mes de julio pasado. Lo doy ahora

Nos conocimos con motivo de un Congreso Nacional del Clero en Madrid, en mayo de 1989. Me habló de que era Consiliario Nacional de la ARPU. Yo ni idea de tal Asociación. Simplemente que, al tratarse de algo referente a la Sagrada Eucaristía, me complació conocerle. Le di mi dirección postal y teléfonos y así ya en contacto me invitaba a asistir a los Congresos o Encuentros nacionales. Recuerdo que yo asistí a unos cuantos.  El primero para mí fue el de Ávila, a quien llevé ya a algunos feligreses de la Parroquia de San Antonio, Abad, de Burgos donde yo estuve de párroco quince años.

El momento más decisivo fue cuando en el año 1999 no pude asistir  al Congreso de ese año y me echó en falta. Sería a finales de septiembre cuando me llamó por teléfono para decírmelo. “Sí, le contesté, estoy imposibilitado, como para asistir a congresos; estoy recuperándome de un accidente muy grave desde el 2 de febrero de este año”.

Me preguntó por la ARPU en Burgos, le dije que poco podía hacer al no tener nombramiento de Consiliario. Escribió al Sr. Arzobispo de Burgos, don Santiago Martínez Acebes (q.e.p.d.),  quien en noviembre de ese mismo año me hizo el nombramiento de Consiliario Diocesano de la ARPU en Burgos. Comenzaba así en noviembre de 1999 una época nueva de nuestra Asociación porque estaba extinguida en Burgos. Hubo muchos adoradores al menos en tres parroquias de esta ciudad desde 1934 hasta 1977. Y en Miranda algunos adoradores también.

Desde casa -imposibilitado físicamente- en seguida comencé a llamar a gente para hablarles de la ARPU. Entonces se fue restableciendo la ARPU, hablando uno por uno, inscribiéndose uno por uno, primero en San Pedro de la Fuente, y luego se llevó a todas las Parroquias de Burgos. Se dieron unos cuantos cursillos sobre la ARPU.

Cuando, gracias a Dios me recuperé, después de un año y medio de rehabilitación pude seguir yendo a los Congresos de la ARPU “organizados” por Don Laurentino: Huelva-Sevilla, Valladolid, dos en Oviedo, León, Lérida…Lo hacía cada dos años porque me coincidían las fechas con el Congreso Nacional de Archiveros de la Iglesia, asociación a la que pertenezco como Archivero Diocesano de Burgos.

En el año 2003 publiqué el Manual de nuestra ARPU, un buen y práctico libro como ponderó este mismo sacerdote Don Javier Peromarta

Mantenía alguna correspondencia, normalmente cada año con Don Laurentino, bien por correo postal y también electrónico de la marcha de la ARPU en Burgos, sobre los que se iban agregando cada año, sobre el funcionamiento, actividades, etc. Corresponde hacerlo así a los delegados y consiliarios diocesanos. Y lo cumplía.

Ya siendo Consiliario General-Nacional desde 2016 (25 de noviembre) y cuando ya él había renunciado al cargo en Don Mario de Lugo hacía 4 o 5 años, le llamé por teléfono; le propuse ser consiliario diocesano de Oviedo-Asturias y brevemente me comentó que se encontraba cansado y no podría encargarse de serlo; le pedí algunos nombres a quien  nombrar pero no me los propuso porque tampoco sabía quién podría serlo.

De todos modos Dios le tenga -le tendrá- en gloria en un “alto grado de gloria” Sobre todo por sacar adelante los numerosos Encuentros nacionales de la ARPU.

A mí no me llenaban del todo esos Congresos porque, aunque interesantes, y con folletos impresos bien editados, eran muy “genéricos” y no específicos de la ARPU: no se daba la identidad de nuestra Asociación ni se trataba de su -nuestro- carisma, ni de la organización, ni de su difusión, no se informaba de las responsabilidades que tenemos todos de transmitir nuestro precioso carisma en nuestros lugares y ambientes…Esto no obstante, tenía su mérito organizar los Congresos. Acaso más eficaz hubiera sido que todos los miembros del Consejo Nacional se implicaran más; además por razón de eficacia y dar garantía de continuidad…

Otras personas que le conocieron y trataron pueden darnos su testimonio particular con toda libertad.

Sí convendría informarse de quiénes son los familiares, darles el pésame, y tener algún contacto para pedirles que, si encontraran documentación referente a la ARPU, corresponde entregarla al Archivo histórico Nacional de la ARPU, que ahora está depositado aquí en Burgos, trasladado por Don Mario (Consiliario que fue de Lugo y nacional cuatro o cinco años) a Madrid; y desde Madrid el matrimonio Marcelino y Flori Vega lo trajeron a Burgos, depositado en el Archivo Diocesano de Burgos. En la oficina o despacho que tenemos en la Casa de Iglesia está el archivo “corriente” o más actual.

Finalmente, si cuando fallece algún miembro de la ARU nuestros Estatutos indican que “ofrézcanse sufragios por el eterno descanso de su alma, no sólo individualmente sino colectivamente, de acuerdo con el Párroco” (Art. 15) cuánto más si se trata  de un Consiliario como Don Laurentino. Si cabe con mayor motivo de gratitud y justica, pedir por su descanso eterno.

Amigo Don Laurentino, que tu alma descanse en la Paz de Cristo y desde Él intercedas por nuestra ARPU, -tu ARPU-. Intercede para que la ARPU crezca en número y en calidad de sus adoradores según el deseo de Jesús Sacramentado. Que goces y vivas con Él, Sumo y Eterno Sacerdote, en la liturgia del Cielo. Nosotros también esperamos estar siempre con el Señor, el Mismo a quien adoramos oculto en los Sagrarios de la Tierra.

Burgos, septiembre de 2022. José Luis Esteban Vallejo, Consiliario Nacional de la ARPU.

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