
SAN MANUEL GONZÁLEZ GARCÍA
«Mi anhelo es ser párroco de aquellas iglesias donde Jesús está más solo, donde el Sagrario no escucha pasos ni susurros de amor, para que no le falten nunca corazones que le acompañen, le adoren y le consuelen.»
«Mi anhelo es ser párroco de aquellas iglesias donde Jesús está más solo, donde el Sagrario no escucha pasos ni susurros de amor, para que no le falten nunca corazones que le acompañen, le adoren y le consuelen.»
El sacerdote en su explicación más profunda y anchurosa no es sino la reproducción del mismo Cristo. Su misión se traduce en salvador de almas y glorificador del Padre. Se alimenta de la Eucaristía de la que es el primero en adorar.
Una fiesta de encuentro con Cristo en la Eucaristía, un momento de gracias en el que los jóvenes renovaron su fe, su compromiso y su aspiración de vivir el Evangelio como presencia transformadora del mundo
Su objetivo era mostrar a los jóvenes de la JEMJ la epopeya de los mártires que en los días de la persecución religiosa en España, con la gracia del Espíritu Santo, no renegaron de la fe y dieron su vida por Cristo. Tal vez, desde la Reconquista comenzada en Covadonga, y junto a las historias de los grandes misioneros españoles que llevaron la fe por medio mundo, no hay otro episodio igual en la historia católica de nuestra nación.
Los miembros de ARPU apoyan las actividades eucarísticas de sus parroquias y diócesis. Nuestro carisma: acompañar y reparar a Jesús sacramentado primero nosotros mismos por amor a Jesús y luego dando testimonio a los demás, acompañando, enseñando. Aquí un testimonio más.
¡Nos vemos en el Sagrario!
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