“Memento, adorador…”, en el mes Marzo 2018
“MEMENTO, adorador…” Acuérdate de que en este mes…
Este es el título de un nuevo apartado en nuestras publicaciones mensuales, además de las ya consolidadas Cartas y Noticieros. Se trata de “memorare” o “recordare” (“re-cordare”, pasar por el corazón) para traer a la memoria y al corazón acontecimientos, efemérides, aniversarios, fiestas principales, avisos, normas de funcionamiento de la ARPU. Es un medio o recurso también de formación y animación que nos ayuden a coger y asimilar más y más el “espíritu” y las “normas” de nuestro precioso carisma.
Según esto, ¿qué podemos recordar, celebrar… para mejor vivirlo en este mes de marzo de 2018?
1.- “Memento, homo…: “acuérdate de que eres polvo y en polvo te convertirás”. Era una de la fórmula de la imposición de la ceniza el pasado día 14 de febrero; la otra fórmula alternativa también es muy actual y sugestiva: “conviértete y cree en el Evangelio”. Para que la primera sea salvífica y esperanzadora dependerá de que vivamos la segunda en permanente vuelta o conversión a Dios que tiene la última palabra sobre la muerte y nos sacará de la corrupción.
Siempre, y más en la Cuaresma que es camino y don de preparación hacia la Pascua, nos viene bien meditar estas dos fórmulas del camino cuaresmal y sacar propósitos de conversión, de vuelta a Dios, de mejorar en el seguimiento de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, nuestra única Esperanza. Se impone al cristiano hacer el examen sobre el seguimiento a Jesucristo si queremos caminar con el y a su estilo hacia la Pascua.
2.- Día 19 de marzo: Solemnidad de San José, el Custodio del Señor, el Esposo virginal de María, el Patrono de la Iglesia Universal. Celebrar su tránsito o Pascua, acompañado de Jesús y María.
Para conocer a San José en toda su grandeza como figura eucarística n.5, véase en el libro Figuras y textos eucarísticos, pp. 92-100.
Aprovechemos también para pedirle una buena muerte como la suya…y le encomendemos tantas necesidades de la Iglesia: nuevas inscripciones, nuevos adoradores para Jesucristo Redentor de todos. Y al ser el “Día del Seminario”, le pidamos vocaciones al Sacerdocio ministerial para que pueda haber ministros de la Eucaristía que nos nutran con el Pan de los Ángeles. San José alimentó al Verbo de Dios hecho carne, a quien ahora podemos recibir en Comunión sacramental. Los Estatutos señalan esta intención -entre otras muchas- el «aumento de vocaciones sacerdotales» (cf. art. 9).
3.-Día 25 de marzo: Solemnidad de la Anunciación del Señor, de la Encarnación del Verbo de Dios en las entrañas de la Virgen María por obra del Espíritu Santo.
Al coincidir con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor pasa este año al primer día libre después de la Octava de Pascua, al día 9 de abril.
Pensemos que en el cristianismo Todo se da la mano, se celebra y relaciona: la creación por Dios de este mundo (es primavera), la nueva creación por la Encarnación, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios hecho hombre; todo para que nosotros andemos en una “vida nueva”, de morir con Cristo para ser con Él resucitados y glorificados.
4.- Semana Santa-Pascua: Los días 25 al 31 de marzo 2018 son los de la Semana Santa, la Semana Mayor para los cristianos, Semana de grandes misterios que se actualizan o se hacen presentes en la Eucaristía. Es su institución en el Jueves Santo la anticipación sacramental del Misterio Pascual de Jesucristo, que iremos celebrando y viviendo en estos días centrales de todo el Año litúrgico. Es el misterio que contemplamos en el 5º misterio de Luz (del Rosario) propuesto por San Juan Pablo II; Misterio Pascual que se actualiza sacramentalmente en la institución de la Eucaristía en el Jueves Santo. Sin los misterios que celebramos en el Jueves Santo, no tendríamos la Pascua (a Jesús Resucitado-Sacramentado), no tendríamos sacerdotes, ministros de la Eucaristía, ni la Santa Misa, ni la Comunión sacramental, ni la fuerza para “amarnos como Él nos ha amado”, ni la “medicina de inmortalidad…”. ¿qué sería de nosotros?, ¿a quién vamos a acudir?
Aprovechemos especialmente estos días para agradecérselo, corresponder, adorarle, buscarle adoradores, hacer este apostolado eucarístico porque “el amor de Cristo nos urge”.
Para el Jueves Santo los adoradores en la ARPU tengamos en cuenta lo que nos advierten nuestros Estatutos:
“ha de procurar (la Obra) organizar, en las parroquias en que se halla establecida, turnos de adoración ante el Monumento el Jueves Santo” (cf. art. 14).
“Adorote devote…”: humildemente te adoro, oh Dios escondido.
En la hoja o tríptico que enviamos viene este himno eucarístico de Santo Tomás de Aquino. Después de siglos la Iglesia sigue cantándolo. Meditar despacio, con fe y amor, su contenido (las siete estrofas) en el monumento, en su Presencia, nos puede ayudar en nuestra adoración eucarística para el Jueves Santo y para cada semana del año. Sería un buen propósito.