ADORACIÓN REAL, PERPETUA  Y UNIVERSAL AL SANTÍSIMO SACRAMENTO (ARPU)

Octubre 2023 

“MEMENTO, Adorador”: Acuérdate de que en este mes…

Éste es el título de uno de nuestros apartados en nuestras publicaciones mensuales, además de las ya consolidadas Cartas y Noticieros. Se trata de “memorare” o “recordare” para traer a la memoria y al corazón acontecimientos, efemérides, aniversarios, fiestas principales, avisos, normas de funcionamiento de la ARPU, medios también de formación y animación que nos ayuden a coger y asimilar más y más el “espíritu” y las “normas” de nuestro precioso carisma. 

Según esto, recordamos en este mes de Octubre: 

1.- El próximo 7 de octubre se celebra la festividad de Nuestra Señora del Rosario.

 “Viva María, viva el Rosario, viva Santo Domingo que lo ha fundado”. -dice la canción.

La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. 

2.- El 12 de Octubre se conmemora la festividad de Nuestra Señora del Pilar, Patrona de España.

¿Por qué la Virgen del Pilar es la Patrona de España?

El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón pone el primer pie en América y así queda patente que hay mundo más allá de Hispania. Por este motivo Nuestra Señora, la Virgen del Pilar es Patrona de la hispanidad porque se puso bajo su manto la evangelización de las nuevas tierras. 

2.- El 15 de octubre se conmemora a Santa Teresa de Jesús, figura cumbre de la escritura religiosa en España. Además de llevar a cabo una ingente labor como reformadora de la orden carmelita, produjo algunos de los textos más importantes del movimiento místico español del siglo XVI. 

Don José Luis, en su libro de “Figuras y textos eucarísticos” le dedica la figura nº 50: 

SANTA TERESA DE JESÚS (1515-1582), mística reformadora y Doctora de la Iglesia.

Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia, nació en Ávila el 28 de marzo de 1515. Ingresó en el Carmelo a los 18 años. A los 45, respondiendo a las gracias extraordinarias que recibía del Señor, emprendió una nueva vida cuya divisa será: «o sufrir o morir. (…) Así introdujo la gran reforma carmelitana. Sufrió con entereza muchas dificultades y contradicciones (las «contrariedades de los buenos») para lograr esa reforma de la Orden.

Sus escritos -y su vida- son un modelo seguro en los caminos de la plegaria y de la perfección. Murió en Alba de Tormes (Salamanca), al anochecer del 4 de octubre de 1582. Pablo VI la declaró doctora de la Iglesia el 27 de septiembre de 1970. 

Ternura hacia el misterio 

Para conocer la devoción eucarística de Teresa, nos bastaría entrar un día en la Capilla de un convento de Carmelitas. Herederas de la fina espiritualidad de la Santa. Todo el templo, aunque sea pobre está limpio, reluciente, con flores; pero acércate al altar. El sacerdote que haya celebrado alguna vez a las Carmelitas, no lo olvidará nunca Los ornamentos pulcros, planchados, los manteles impecables, sin una mota de polvo, la vinajeras con florecillas olorosas, los corporales que despiden un aroma suavísimo ¡todo es delicado en torno a cristo que se hace presente sobre el altar! Es la finura de la fe viva en el misterio eucarístico, es amor al Esposo y se le recibe con toda ternura. Así les enseñó Madre Teresa a tratar al Señor oculto en el Sacramento. 

En cada convento, un Sagrario 

¿Cuántas prisas la noche antes de la inauguración de un palomarcito: barrer, quitar telaranas, levantar un tabique, poner cortinas, el campanil con una esquila, ornamentos, vasos sagrados, todo va apareciendo como por ensalmo. Cuando llega el alba suena alegre la campanita para avisar a los vecinos: se celebra la misa por vez primera, en aquella casa destartalada convertida en convento en una sola noche…

Madre Teresa ya está segura de la Fundación, ya está contenta: Cristo «baja» del Cielo (por la consagración) para ser el morador principal de este «cielo» en la tierra «Quien a Dios tiene nada le falta, Sólo Dios basta» Y con la Eucaristía va entretejiendo la amistad de Jesús y sus enamoradas carmelitas. 

La buena razón para negociar

Pues y cuando andaba en el mundo, de sólo tocar sus ropas sanaba a los enfermos, ¡qué hay que dudar que hará milagros estando tan dentro de mí, si tenemos fe nos dará lo que le pidiéramos, pues está en su casa! Y «no suele Su Majestad pagar mal si le hacen buen hospedaje» 

«estáos Vos con ÉI de buena gana…no perdáis tan buena razón de negocios, como es la hora después de haber comulgado…

Presencia eucarística en el comulgante, tiempo de hablar con Él y de escucharle. Esos fueron

los momentos en que Teresa recibió más favores de Dios. Quizás hemos perdido ese espacio después de la Comunión. ¡Cuántas veces Teresa nos habla de esos momentos privilegiados después de comulgar!

¡Cómo le cuesta dejar la capilla para entretenerse en otros asuntos! Cristo vive en mí, mi voz es la voz de Cristo, mis pensamientos son los suyos. Unión íntima de «Amado con amada, amada en el Amado transformada» ¡un mismo corazón que alaba al Padre y comparte los sentimientos del corazón de Cristo! 

Por eso advierte Teresa: «Más acabando de recibir al Señor, pues tenéis la misma persona delante, procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma y miraros al corazón; que yo os digo y otra vez os digo y muchas lo quería decir, que si tomáis esta costumbre todas las veces que comulgareis y procurar tener tal conciencia que os sea lícito gozar a menudo de este Bien, que no viene tan disfrazado que, como he dicho, de muchas maneras no se dé a conocer conforme al deseo que tenemos de verle; y tanta lo podemos desear, que se os descubra del todo»

Estar con Dios, ver a Dios era el deseo ardiente de Teresa: Veánte mis ojos, dulce Jesús bueno» ¡Benditas carmelitas que nos han conservado este tesoro musical místico de Madre Teresa en los momentos de comulgar! » 

Teresa y la misión 

Quizá al recordar estas páginas de la Santa pueda parecer que Teresa se encerró en la concha de su intimidad eucarística, sin preocuparse de más.

Jesús en la multiplicación de los panes y peces, dio de comer a sus discípulos; pero les encargó: repartir a todos los presentes, que todos participen de mis alimentos, símbolo del que yo daré un día- el Pan bajado del Cielo-maná que satisface todos los gustos, los paladares y dé sustento al alma.

Por eso Teresa saltó de Ávila, recorrió los caminos de Castilla para fundar nuevos conventos y recoger a multitud de jóvenes que siguieran su sendero espiritual: y en cada convento, una recoleta iglesia en que las carmelitas y otros cristianos se alimentan con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Quien planta su tienda junto a la de Jesús, no tardará en amar a la Iglesia de Jesús, y trabajar por ellos denodadamente. Teresa de Jesús, Teresa del Niño Jesús, Teresa de Calcuta, almas profundamente eucarísticas, almas fervientes en la acción apostólica.

Desde el convento a la línea de vanguardia de la Iglesia, a las misiones, donde hermanos nuestros anuncian al Evangelio. Y Teresa con sus carmelitas a través de cables misteriosos, hacen llegar la energía espiritual que conforta al misionero cansado o fortalece al catecúmeno vacilante (…).

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